Hay dos cosas en la vida,
son hermosas, me acarician,
son las manos de mi madre,
no hay belleza que les gane...
Me cubren de amor y protección,
me acarician en la noche,
con una de ellas me da su bendición,
con la otra me sostiene sin reproche...
Las manos de mi madre son blancas,
parecen dos palomas en el aire,
cocinan mis recuerdos de la infancia,
remiendan mi alma cuando algo no me sale...
Esas manos que todo me brindan,
nada me piden a cambio,
con ellas yo siento que me cuidan
dos ángeles del cielo blanco...
Las manos de mi madre
son dos gotas de la más cara bebida,
estrellas que vinieron a quedarse,
con su tibieza y ternura aquí en mi vida.
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